Teoría: Dies Irae



El juicio final - Miguel Ángel


Muchos habréis oído estas dos palabras latinas y seguramente por haber escuchado el conocidísimo Requiem de Mozart, pero este himno que habla sobre el día del "Juicio Final" tiene un significado aún mayor que el de "secuencia" o texto dentro de una misa para difuntos; es la manifestación, que durante 800 años, los compositores han hecho de la muerte.

El himno
Dies Irae, cuyo significado es Día de Ira, es el nombre de un antiguo himno latino del siglo XIII usado comúnmente como secuencia de una Misa de Requiem (aunque también en otros actos litúrgicos relacionados con la defunción) y cuya autoría no está muy clara. Generalmente se nombra a Tomás de Celano, biógrafo de San Francisco de Asis, como creador del himno aunque se barajan hasta otros diez posibles autores entre los que se destacan al Papa Gregorio Magno, Dan Bernardo de Claraval o Inocencio III entre otros. Este poema de cincuenta y cinco versos sigue un metro acentual no cuantitativo (basado en sílabas tónicas y no en la duración de las mismas) y ritmo trocaico (acentuación de sílabas impares) y cuenta como en el día del Juicio Final, los justos serán salvados y los pecadores enviados a las llamas del infierno. Debido a la diferencia de métrica de las dos últimas estrofas y el hecho de que sean versos catalécticos, hace pensar que suponen un añadido posterior y de hecho, en 1907, la edición vaticana publicada del canto llano sobre este himno desecha los seis últimos versos.


Poema original y traduccón

Dies iræ, dies illa,
Solvet sæclum in favilla,
Teste David cum Sibylla !


Quantus tremor est futurus,
quando iudex est venturus,
cuncta stricte discussurus !


Tuba mirum spargens sonum
per sepulcra regionum,
coget omnes ante thronum.


Mors stupebit et Natura,
cum resurget creatura,
iudicanti responsura.


Liber scriptus proferetur,
in quo totum continetur,
unde Mundus iudicetur.


Iudex ergo cum sedebit,
quidquid latet apparebit,
nil inultum remanebit.


Quid sum miser tunc dicturus ?
Quem patronum rogaturus,
cum vix iustus sit securus ?


Rex tremendæ maiestatis,
qui salvandos salvas gratis,
salva me, fons pietatis.


Recordare, Iesu pie,
quod sum causa tuæ viæ ;
ne me perdas illa die.


Quærens me, sedisti lassus,
redemisti crucem passus,
tantus labor non sit cassus.


Iuste Iudex ultionis,
donum fac remissionis
ante diem rationis.


Ingemisco, tamquam reus,
culpa rubet vultus meus,
supplicanti parce Deus.


Qui Mariam absolvisti,
et latronem exaudisti,
mihi quoque spem dedisti.


Preces meæ non sunt dignæ,
sed tu bonus fac benigne,
ne perenni cremer igne.


Inter oves locum præsta,
et ab hædis me sequestra,
statuens in parte dextra.


Confutatis maledictis,
flammis acribus addictis,
voca me cum benedictis.


Oro supplex et acclinis,
cor contritum quasi cinis,
gere curam mei finis.


Lacrimosa dies illa,
qua resurget ex favilla
iudicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus.


Pie Iesu Domine,
dona eis requiem. Amen.
Día de la ira, aquel día
en que los siglos se reduzcan a cenizas;
como testigos el rey David y la Sibila.


¡Cuánto terror habrá en el futuro
cuando el juez haya de venir
a juzgar todo estrictamente!


La trompeta, esparciendo su sonido 
por los sepulcros de todos los reinos
reunirá a todos ante el trono.


La muerte y la Naturaleza se asombrarán,
cuando resucite la criatura
para que responda ante su juez.


Aparecerá el libro escrito
en que se contiene todo
y con el que se juzgará al mundo.


Así, cuando el juez se siente
lo escondido se mostrará
y no habrá nada sin castigo.


¿Qué diré yo entonces, pobre de mí?
¿A qué protector rogaré
cuando ni los justos estén seguros?


Rey de tremenda majestad
salvas gratuitamente  quien hay que salvar,
sálvame, fuente de piedad.


Acuérdate, piadoso Jesús
de que soy la causa de tu calvario;
no me pierdas en este día.


Buscándome, te sentaste agotado
me redimiste sufriendo en la cruz
no sean vanos tantos trabajos.


Justo juez de venganza
concédeme el regalo del perdón
antes del día del juicio.


Grito, como un reo;
la culpa enrojece mi rostro.
Perdona, Señor, a este suplicante.


Tú, que absolviste a Magdalena
y escuchaste la súplica del ladrón,
me diste a mí también esperanza.


Mis plegarias no son dignas,
pero tú, al ser bueno, actúa con bondad
para que no arda en el fuego eterno.


Colócame entre tu rebaño
y sepárame de los machos cabríos
situándome a tu derecha.


Confundidos los malditos
arrojados a las llamas voraces
hazme llamar entre los benditos.


Te lo ruego, suplicante y de rodillas,
el corazón acongojado, casi hecho cenizas:
hazte cargo de mi destino.


Día de lágrimas será aquel renombrado día
en que resucitará, del polvo
para el juicio, el hombre culpable.
A ese, pues, perdónalo, oh Dios.


Señor de piedad, Jesús,
concédeles el descanso. Amén.

En el siglo XV se incorporó a la Misa de Requiem y ahí comenzó su musicalización como un cato llano o Gregoriano que se popularizó al convertirse, gracias al Concilio de Trento, en parte fija de la misa de difuntos  dentro del rito romano.

Canto gregoriano del Dies Irae



Debido a la gran extensiónd el himno, el Dies Irae se suele dividir, como obra musical, en varios movimientos coincidentes con estrofas, ya a elección del compositor, cuyos títulos corresponderán al primer verso cantado. Por eso, aunque el Dies Irae esté formado por varios movimientos, sólo el primero se llama así y el resto puede tener nombres como: Tuba mirum, Rex tremendae, Confutatis o Lacrimosa que suelen ser los más comunes, pero eso siempre  a gusto del compositor. Mozart por ejemplo dividió su Dies Irae en seis movimientos y Verdi en cambio lo dividió en diez. Finalmente, en 1970, el Dies Irae fue desechado del Misal romano ordinario.

Dies Irae del Requiem en Re menor de Mozart (utilización de las dos primeras estrofas)


El motivo Dies Irae
Volvamos de nuevo a la versión gregoriana ya que la importancia de este himno con respecto a otros será su capacidad para crear una conciencia colectiva de "muerte" o "desastre" traducido en las siete primeras notas de este mismo canto. Es decir, los compositores posteriores tomarán ese motivo inicial (Fa-Mi-Fa-Re-Mi-Do-Re) como elemento de terror o muerte utilizándolos en obras no litúrgicas para crear una atmósfera tétrica o apocalíptica. Todo esto viene de la doctrina barroca de los "afectos" por el cual se asociaban técnicas o recursos musicales a sentimientos.


Transcripción del Dies Irae gregoriano (Marcado primer verso)

Inicio del Dies Irae

Ahora veremos como este motivo será descontexturalizado de su labor sacra para generar este aura mística y misteriosa de la que muchos compositores del Romanticismo se apropiaran debido al "culto" a la muerte y al maligno que se difundió en este periodo. Tenemos que recordar que en 1808 se publica Fausto de Goethe, que tendrá gran repercusión en los artistas posteriores, además de la aparición de diferentes corrientes filosóficas que abogaban por la belleza de lo tenebroso y el placer del terror. 

Sueño de una noche de aquelarre de la Sinfonía Fantástica - H. Berlioz (1830)


Berlioz utiliza su Sinfonía Fantástica para contar la historia de un héroe cuyas penalidades se deben a un amor no correspondido. Los dos últimos movimientos cuentan como, debido al opio, sufre la alucinación de que asesina a su amada y es condenado a muerte y en el último movimiento ,que es que la vamos a escuchar, la amada, convertida en bruja realiza un ritual satánico. Berlioz empleará la música de los dos primeros versos del Dies Irae para crear ese ambiente de brujería y terror que podremos apreciar por primera vez en el minuto 3:15 interpretado por las tubas.

Totentanz - F. Liszt (1849)


El impacto de "La Fantástica" de Berlioz no pasó desapercibida para Liszt que compuso esta pieza sinfónica para piano y orquesta basado de nuevo en el tema del Dies Irae (Escucharemos la transcripción sólo para piano). No es raro que.conociendo la obsesión de Liszt por la muerte y el diablo, terminara por tomar este motivo en una de sus obras.

5º mvto. de la Sinfonía "Resurrección" nº 2 - G. Mahler (1895)


Con su segunda sinfonía Mahler nos relata la historia de un funeral y la cantidad de preguntas metafísicas y existencialistas que se producen ante la fragilidad de la vida para luego, en un su quinto movimiento, expresar el deseo de renovación y trascendencia eterna después de la vida. Mahler utilizará el Dies Irae, pero no el motivo completo sino sólo las cuatro primeras notas, para expresar esa evocación de la muerte. En el minuto 3:12 lo podréis escuchar interpretado por el viento madera.

1er mvto. de la Sinfonía nº 1 - S. Rachmaninov (1897)



Rachamninov puede que sea uno de los compositores que más ha utilizado el motivo Dies Irae en sus obras. En este caso, el tema se presenta al inicio de la Sinfonía nº 1 ,después del grupeto de viento metal, tocado por las cuerdas. Rachmaninov tomó este motivo adrede, quizás para darle mayor carga trágica a su primer movimiento, aunque esto no se especifica en ningún documento. Como he dicho, el compositor ruso utilizará varias veces este motivo en obras como: la variación VIII de la "Rapsodia sobre un tema de Paganini", en "La isla de los muertos", y en sus sinfonías nº 2 y 3 entre otras.

1er mvto. de la Sonata para violín "Obsesión" nº 2 - E. Ysaÿe (1923)


Ysaÿe tomó el motivo Dies Irae para los cuatro movimientos de su sonata, ¿acaso la "obsesión" es por la muerte?

Burning Homestead de la BSO de "Star Wars Episode IV" - J. Williams


Y mirad lo que Williams mete en el minuto 1:42 en la escena en la que los tíos de Luke Skywalker mueren, las cuatro primeras notas del motivo. 

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