Género: Canto Llano
Época: Medieval
Interpretación: Vocal
Compositores destacados: -
Estructura: En función del texto cantado
Descripción:
El Canto Llano es un género vocal tradicional, muy antiguo, ligado a la Iglesia Cristiana cuya principal característica es la monodia (una sola melodía). No se puede especificar exactamente la fecha de su origen pero ya el escritor Plinio el Joven (61-112 d.C.) dio testimonio de como los cristianos utilizaban el canto para alabar al Mesías. La religión cristiana no era más que una rama disidente del judaísmo, de hecho comparte el Antiguo Testamento por lo que podemos entender que su música o cantos fueran similares a los interpretados en las sinagogas, además de haberse enriquecido de las teorías musicales grecolatinas conocidas en el Imperio Romano. Se podría escribir perfectamente una tesis sobre este género pero nosotros realizaremos en la medida de lo posible un resumen de las particularidades más importantes de esta forma musical.
La Iglesia judía había catalogado a todos los instrumentos musicales de paganos excepto al shofar (instrumento de viento partir del cuerno de un animal) que era muy limitado en su capacidad melódica. La voz humana se convirtió lógicamente en el único instrumento de difusión musical dentro de la Iglesia judía transmitiéndose posteriormente esta tradición a la cristiana. Este método de difusión de la divina palabra dentro y fuera de la iglesia se extendió aún más cuando Constantino reconoció oficialmente al Cristianismo como religión en el 313. Así, por todo el Mediterráneo, cada cultura añadió su propio toque al nuevo rito cristiano y a su canto asociado. A continuación resumiremos los más importantes:
El Canto Llano por excelencia en Milán en el siglo IV era el canto Ambrosiano llamado así por el arzobispo San Ambrosio de Milán (340-397). Este canto monódico antifonal (alternaba dos coros o un coro con solista) de los salmos en latín exportado de la liturgia oriental, tenían melodías sencillas de inspiración popular con un ritmo determinado por el texto que combinaba zonas silábicas (sílaba por nota) con amplios melismas (una sílaba asociada a varias notas). La melodía se mueve por grados conjuntos y excepcionalmente se producen saltos de intervalos pequeños. Al sur de Italia, en las zonas de Benevento y Montecassino, se empleó el canto Beneventano sujeto a un rito en el que también se acogían las festividades locales y que guardaba una relación muy estrecha y multitud de similitudes con el ambrosiano. Quizás la mayor diferencia es que no eran antifonales y podía ser cantado unas veces por coro y otras por solistas
En Roma se había implantado el que se conoce como rito romano y el canto que lo acompañaba se conoce hoy como canto Romano Antiguo. Estos cantos sobre textos en latín estaban constituidos por melodías breves y sencillas cantadas por un único coro y con movimientos melódicos en forma de arco a partir de grados conjuntos.
En la Galia, el rito galicano que se extendió entre los siglos V al VIII también imponía su propio canto llano, el canto Galicano. No se conserva ningún gradual (libro de música litúrgica) que nos pueda aclarar la forma específica de este canto aunque se piensa que pudo estar emparentado con los cantos orientales.
En la antigua Bizancio, luego Constantinopla y ahora Estambul y en muchas regiones cristianas orientales, el canto Bizantino acompañaba al rito del mismo nombre. La principal diferencia del resto de cantos llanos es que utiliza textos en griego. Este canto evolucionará durante los siglos preservándose hasta el siglo XXI en la Iglesia Ortodoxa Griega. En el siglo XIX, a este canto monódico se le añadió una nueva voz con una nota pedal en el bajo conocida como íson.
En la España, la liturga cristiana traída por los visigodos incluía el canto Visigótico aunque también es llamado mozárabe o hispánico. En el siglo VII, estos cantos fueron consagrados por San Isidro de Sevilla. Tras el Concilio de Burgos en 1080, el rito hispánico fue sustituido por el Romano excepto en algunas zonas cristianas bajo dominio musulmán. Gracias a la labor reformista del cardenal Cisneros en 1495, el rito hispánico pudo conservarse en la Catedral de Toledo. Aunque este canto en latín es monódico, existen piezas escritas a dos voces a distancia de intervalos perfectos. Como suele ocurrir, el ritmo es bastante libre y en ocasiones podía adoptar una forma antifonal.
A finales del siglo VI, el Papa Gregorio I el Magno decidió unificar cristiandad bajo el poder de Roma creando un único ritual que acabara con todas las particularidades regionales. También unificó los cantos en un ordo (calendario de cantos litúrgicos) y los recopiló, depuró, fijó los textos en latín desechando aquellos en lenguas vernáculos o impropios y los reunió en el "Antiphonarium cento", auténtica guía de este nuevo canto denominado canto Romano. Ya, en la segunda mitad del siglo VIII, el rey franco Pipino el Breve y posteriormente su hijo Carlomagno, emprenderán un proceso unificador en su Imperio imponiendo el ritual romano de Gregorio I y, lógicamente, su canto, que a partir de entonces pasaría a llamarse canto Gregoriano en su honor. En el siglo XI, la Reforma Gregoriana establecería ya de forma oficial este canto y rito a toda la cristiandad romana católica.
Este canto llano, que es el más conocido se caracteriza por ser monódico (como todos los cantos llanos), escrito exclusivamente para voces masculinas que cantan al unísono sin acompañamiento. Su ritmo es libre y depende únicamente de la estructura del texto. Su melodía es fluida y estaba escrita en uno de los ocho conocidos "modos gregorianos". Estos modos, afirman teóricos como Guido D'Arezzo o Juan de Espinosa, que eran capaces de expresar distintos sentimientos como alegría, tristeza, piedad, nostalgia (Ya hablaremos con detenimiento sobre los modos). Además, el canto gregoriano admitían los tres tipos de estilos: El silábico, el neumático (a cada sílaba le corresponde un neuma) y el melismático.
La notación de todos estos cantos, debido a su antigüedad, se realiza mediante la notación neumática que el único objetivo que tenía era establecer gráficamente el movimiento melódico de una obra vocal cuya melodía ya se conocía de antemano debido a la tradición oral. Pero el monje Guido D'Arezzo en el siglo XI desarrollará el modelo de notación musical con su notación cuadrada o gregoriana a partir de una tetragrama (4 líneas) que sirven de guía para referenciar la altura de los sonidos cuyos nombres (Ut-re-mi-fa-sol-la-si) se extrajeron del Himno de San Juan Bautista. Este será el sistema oficial de escritura utilizado para el canto gregoriano.
El canto llano generaría multitud de formas musicales litúrgicas con identidad propia como las antífonas, las salmodias, himnos, responsorios, etc. De los que hablaremos en futuras entradas.
A partir del siglo XIV, la polifonía comenzó a comerle terreno al canto llano, que en esta época se denominaba cantus planus (en oposición al cantus orgánicus que era polifónico) y nuevos géneros musicales basados en la combinación de las voces comenzaron a invadir los cantos litúrgicos provocando la decadencia de estos. Pero no caerían en el olvido ya que muchos compositores los tomaría como melodías conductora de sus composiciones polifónicas bajo el nombre de cantus firmus.
Descripción:
El Canto Llano es un género vocal tradicional, muy antiguo, ligado a la Iglesia Cristiana cuya principal característica es la monodia (una sola melodía). No se puede especificar exactamente la fecha de su origen pero ya el escritor Plinio el Joven (61-112 d.C.) dio testimonio de como los cristianos utilizaban el canto para alabar al Mesías. La religión cristiana no era más que una rama disidente del judaísmo, de hecho comparte el Antiguo Testamento por lo que podemos entender que su música o cantos fueran similares a los interpretados en las sinagogas, además de haberse enriquecido de las teorías musicales grecolatinas conocidas en el Imperio Romano. Se podría escribir perfectamente una tesis sobre este género pero nosotros realizaremos en la medida de lo posible un resumen de las particularidades más importantes de esta forma musical.
La Iglesia judía había catalogado a todos los instrumentos musicales de paganos excepto al shofar (instrumento de viento partir del cuerno de un animal) que era muy limitado en su capacidad melódica. La voz humana se convirtió lógicamente en el único instrumento de difusión musical dentro de la Iglesia judía transmitiéndose posteriormente esta tradición a la cristiana. Este método de difusión de la divina palabra dentro y fuera de la iglesia se extendió aún más cuando Constantino reconoció oficialmente al Cristianismo como religión en el 313. Así, por todo el Mediterráneo, cada cultura añadió su propio toque al nuevo rito cristiano y a su canto asociado. A continuación resumiremos los más importantes:
El Canto Llano por excelencia en Milán en el siglo IV era el canto Ambrosiano llamado así por el arzobispo San Ambrosio de Milán (340-397). Este canto monódico antifonal (alternaba dos coros o un coro con solista) de los salmos en latín exportado de la liturgia oriental, tenían melodías sencillas de inspiración popular con un ritmo determinado por el texto que combinaba zonas silábicas (sílaba por nota) con amplios melismas (una sílaba asociada a varias notas). La melodía se mueve por grados conjuntos y excepcionalmente se producen saltos de intervalos pequeños. Al sur de Italia, en las zonas de Benevento y Montecassino, se empleó el canto Beneventano sujeto a un rito en el que también se acogían las festividades locales y que guardaba una relación muy estrecha y multitud de similitudes con el ambrosiano. Quizás la mayor diferencia es que no eran antifonales y podía ser cantado unas veces por coro y otras por solistas
Canto Ambrosiano "Tecum Principium"
Canto Romano Antiguo "O kyrios evasileosen"
En la antigua Bizancio, luego Constantinopla y ahora Estambul y en muchas regiones cristianas orientales, el canto Bizantino acompañaba al rito del mismo nombre. La principal diferencia del resto de cantos llanos es que utiliza textos en griego. Este canto evolucionará durante los siglos preservándose hasta el siglo XXI en la Iglesia Ortodoxa Griega. En el siglo XIX, a este canto monódico se le añadió una nueva voz con una nota pedal en el bajo conocida como íson.
Canto Bizantino "Δεύτε λαοί"
Canto Visigótico "Gratias dei Patris"
A finales del siglo VI, el Papa Gregorio I el Magno decidió unificar cristiandad bajo el poder de Roma creando un único ritual que acabara con todas las particularidades regionales. También unificó los cantos en un ordo (calendario de cantos litúrgicos) y los recopiló, depuró, fijó los textos en latín desechando aquellos en lenguas vernáculos o impropios y los reunió en el "Antiphonarium cento", auténtica guía de este nuevo canto denominado canto Romano. Ya, en la segunda mitad del siglo VIII, el rey franco Pipino el Breve y posteriormente su hijo Carlomagno, emprenderán un proceso unificador en su Imperio imponiendo el ritual romano de Gregorio I y, lógicamente, su canto, que a partir de entonces pasaría a llamarse canto Gregoriano en su honor. En el siglo XI, la Reforma Gregoriana establecería ya de forma oficial este canto y rito a toda la cristiandad romana católica.
Canto Gregoriano "Deus, Deus meus"
El canto llano generaría multitud de formas musicales litúrgicas con identidad propia como las antífonas, las salmodias, himnos, responsorios, etc. De los que hablaremos en futuras entradas.
A partir del siglo XIV, la polifonía comenzó a comerle terreno al canto llano, que en esta época se denominaba cantus planus (en oposición al cantus orgánicus que era polifónico) y nuevos géneros musicales basados en la combinación de las voces comenzaron a invadir los cantos litúrgicos provocando la decadencia de estos. Pero no caerían en el olvido ya que muchos compositores los tomaría como melodías conductora de sus composiciones polifónicas bajo el nombre de cantus firmus.
esto está abandonado
ResponderEliminarhe leído tu escueta respuesta y no la entiendo. A qué te refieres con "esto", al campo, a las aldeas de Albacete...
EliminarGracias por tu respuesta, si me la das.
buen aporte
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